BMC Pediatrics
Tipo de artículo: revisión de tema
Fecha de publicación: 10 de julio del 2020
Resumido por: Adriana Montalván Guasch
Revisado por: Dra. Gloriana Loría Chavarría MD
La dieta vegana se define como dieta que excluye los alimentos de origen animal. En años recientes, la prevalencia de las dietas veganas y las alergias alimentarias ha incrementado en muchas partes del mundo. Las guías ahora recomiendan el monitoreo de las dietas veganas y de alergias alimentarias para asegurar el cumplimiento de los requerimientos nutricionales.
Objetivo
Resumir los principales aspectos de las dietas veganas y alergias alimentarias, revisar la literatura sobre el tema y proveer algunas sugerencias a los profesionales de salud.
Dietas veganas: beneficios y riesgos
La alta ingesta y la variedad de carbohidratos en las dietas veganas parece promover el desarrollo de una flora intestinal diversa. Recientemente, se describió que las dietas veganas son un medio efectivo para la prevención y tratamiento de enfermedades cardiometabólicas.
Dietas veganas y deficiencias de macronutrientes
Los lactantes y niños tienen requerimientos energéticos y nutricionales mayores que pueden ser difíciles de alcanzar con una dieta restrictiva. Durante estos periodos, se recomienda aumentar la ingesta de proteína un 10% y estos requerimientos pueden ser alcanzados por medio de una dieta vegana bien planeada. Se recomiendan alimentos altos en proteína con menos fibra como el tofu y seitán.
Dietas veganas y deficiencias de micronutrientes
Yodo: la deficiencia de yodo ha sido descrita en lactantes veganos con lactancia materna o durante la ablactación. Se debe monitorizar los niveles de TSH y tratar en caso necesario. Los requerimientos de yodo pueden ser alcanzados con sal yodada, sin embargo, la comida de los lactantes no debe tener sal añadida, por lo que estos requerimientos se alcanzan mejor con la leche materna consumen lácteos.
Hierro: las dietas veganas incluyen alimentos ricos en hierro, sin embargo, este tipo de hierro tiene pobre biodisponibilidad y menor absorción, por lo que se recomienda un requerimiento 1.8 veces mayor. La vitamina C puede mejorar la absorción. La deficiencia de micronutrientes más frecuente durante la infancia es la de hierro. En menores de 1 año las fórmulas y cereales son fuentes de hierro.
Zinc: debido a la baja biodisponibilidad del zinc en plantas, los veganos requieren 1.5 veces más zinc que los omnívoros. Los niveles de zinc deben ser monitorizados, y de ser necesario prescribir suplementos de zinc.
Calcio: se obtiene principalmente de productos lácteos ausentes en la dieta vegana. Durante la infancia, la ingesta recomendada de calcio es alta para promover el crecimiento y maximizar la densidad mineral ósea. La suplementación de calcio puede ser considerada en estos pacientes en conjunto con vitamina D, ya que esta promueve su absorción.
Vitamina B12: es la preocupación más frecuente y se encuentra casi exclusivamente en alimentos de origen animal. Los niños de madres con niveles inadecuados de vitamina B12 están en riesgo de desarrollar problemas hematológicos, neurológicos y del desarrollo. Los suplementos de este micronutriente deberían ser parte de la dieta de los veganos. Cabe resaltar que las ¨leches¨ basadas en plantas no deben darse como alimento primario a niños menores de 2 años, ya que son bajas en calorías y grasa y pueden ser inadecuadas para las necesidades de los lactantes. En esta población se debe estimular la lactancia materna o la ingesta de fórmulas apropiadas.
Vitamina D: estudios indican que la vitamina D3 de origen animal es más efectiva que la vitamina D2 de origen vegetal.
Vitamina B2: es necesaria para el metabolismo de aminoácidos y carbohidratos, así como el desarrollo del sistema nervioso. Sus fuentes son leche, huevos, hojas verdes, granos y soya, por lo que su ingesta suele ser adecuada en dietas veganas.
Vitamina A: se encuentra en alimentos fortificados, alimentos de origen animal y hojas verdes ricas en beta-caroteno. Los veganos suelen tener niveles mucho más bajos en comparación con la población con una dieta regular.
Ácidos grasos N-3 (DHA): se recomienda incluir alimentos ricos en omega 3 como nueces, chia y linaza. También se pueden brindar suplementos basados en aceite de algas..
Consideraciones nutricionales especiales en individuos con alergias alimentarias
Es importante ayudar al paciente a identificar los alimentos específicos a los que es alérgico, con el objetivo que no se eliminen de la dieta otros alimentos de manera innecesaria. Los niños alérgicos consumen significativamente menos calcio y proteína y son más propensos a tener deficiencias en ácidos grasos esenciales, deficiencias en micronutrientes, impactos negativo en la densidad mineral ósea, crecimiento y aprendizaje.
Los estudios reportan diferencias antropométricas entre niños con y sin alergias alimentarias, con un impacto negativo en peso y talla en los casos con alergia alimentaria, aún en ausencia de deficiencias nutricionales.
Las dietas veganas se han asociado a mayor probabilidad de dermatitis atópica, aunque por el contrario, los pacientes con asma con dietas veganas han mejorado sus biomarcadores clínicos. Es especialmente importante prestar atención a pacientes con dieta vegana y que tienen restricciones adicionales por alergias alimentarias. La soya,el maní, las nueces de árbol y el trigo son 3 de los 6 alimentos más frecuentemente asociados a alergia alimentarias mediadas por IgE, lo que limita más las opciones para veganos.
Muchos alimentos proteicos basados en plantas también son alergenos comunes.Las fórmulas a base de soya son una alternativa común a las fórmulas regulares tanto para veganos como para niños con APLV. Sin embargo, estas no deben ser prescritas para prevenir el desarrollo de alergias alimentarias y no se recomienda en menores de 6 meses debido a tasas bajas de absorción de minerales y elementos traza secundario al fitato que contiene la soya.
Recomendaciones para personas veganas con alergias alimentarias
Informar la necesidad de monitoreo profesional de la dieta y el potencial del uso de suplementación para alcanzar los requerimientos energéticos y el crecimiento del niño.
Prestar atención a la cantidad y calidad de la proteína dietética,
Aconsejar que las porciones necesarias para satisfacer los requerimientos energéticos a partir de una dieta vegana son mayores que aquellas en una dieta regular.
Ser precavido con las meriendas pre-empacadas por los alergenos que pueden contener y siempre leer las etiquetas.
Promover la reincorporación de alimentos a la dieta una vez que el niño supera la alergia. .
Promover una dieta diversa.
Discutir nuevas alergias alimentarias y ambientales ya que pueden ocurrir reacciones cruzadas.
Educar a la familia sobre la influencia del ambiente y el clima en las alergias.
Referencia bibliográfica:
Protudjer J, Mikkelsen A, Veganism and paediatric food allergy: two increasingly prevalent dietary issues that are challenging when co-occurring. BMC PEdiatrics. 2002; 20:341 Disponible en: https://doi.org/10.1186/s12887-020-02236-0
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