Pediatric Emergency Care
Encuesta
Fecha de publicación: 22 de octubre de 2020
Resumido por: Adriana Montalván Guasch
Revisado por: Dra. Yock-Corrales MD MSc
Introducción
El transporte del paciente pediátrico críticamente enfermo representa un desafío, especialmente en los países en vías de desarrollo, ya que estos se encuentran ante un mayor riesgo de efectos adversos y deterioro clínico. A pesar de que 10% de las llamadas a Servicios de Emergencias (SEM) prehospitalarios y 27% de las visitas al SEM corresponden a pacientes pediátricos, únicamente el 6% de los SEM estan completamente equipados para atender emergencias pediátricas.
Los proveedores de transporte incluyen: personal de emergencias, transportistas regionales generales y equipos de transporte pediátricos. La falta de recursos, incluyendo, el entrenamiento del equipo y la centralización del cuidado del paciente pediátrico contribuyen a la transferencia de pacientes a un nivel de atención de tercer nivel. Estudios de España, Portugal y América Latina mostraron que únicamente un 51.4% de los hospitales cuentan con un sistema de entrenamiento para el personal de transporte, y de este porcentaje, únicamente el 36.4% era específico para pediatría.
Métodos
Se realizó una encuestra electrónica, anónima y multicéntrica por medio de Monkey Survey que incluía preguntas sobre el transporte hospitalario del paciente pediátrico, sus recursos disponibles y el nivel de atención a médicos en América Latina.
Resultados
Diecinueve países contestaron la encuesta, representados por un total de 212 respuestas. Aunque hubo una representación importante del segundo y primer nivel de atención, la mayoría de los encuestados correspondían a médicos del tercer nivel (60.8%, n=129). Así mismo la mayoría correspondían a personal del sistema de salud pública (81.6%, n= 173).
Caracterización del sistema de transporte del paciente crítico en América Latina
Un 67% (n=143) de los médicos reportó que no existe un sistema de transporte unificado para los pacientes pediátricos críticamente enfermos y, de haber sistemas de transporte, estos se describieron como una mezcla de prestación de servicios públicos y privados. Sin embargo, existe un importante financiamiento (45.73% n=84) del gobierno en el sistema de transporte de paciente pediátrico crítico (STPC). Con respecto al tipo de vehículo, 15.5% de los médicos reportó el uso de un medio de transporte improvisado y una baja disponibilidad de ambulancias capaces de proveer servicios de soporte vital avanzado (37.5%, n=63)
Composición del equipo
Los proveedores de SEM y paramédicos fueron identificados como responsables del transporte en más de la mitad de las encuestas. Seguidamente, los médicos y enfermeras en un 41.5%, (únicamente un tercio de los proveedores se identificaron como pediatras y enfermeras pediátricas) y por último los terapistas respiratorios en un 17.2%.
Categoría diagnóstica
Las causas más frecuentes de necesidad transporte fueron: enfermedad respiratoria, patologías neonatales, trauma, infecciones y patologías neurológicas.
Discusión
Lo ideal del desarrollo de un sistema de transporte pediátrico es que este ligado al modelo de salud y político de cada país, sin embargo más de la mitad de los esfuerzos de coordinación de transporte no son llevados a cabo por gobiernos locales, sino que dependen de cada hospital.
Más de la mitad de los médicos encuestados reportaron la presencia de un centro de coordinación de transporte, sin embargo, no existe un sistema unificado de transporte por parte de una organización para el transporte del paciente pediátrico críticamente enfermo. La ausencia de protocolos en la transferencia predispone al aumento de la tasa de efectos adversos y de mortalidad de estos pacientes. Los errores en la comunicación son una de las causas más frecuentes durante el transporte. La estandarización de la entrega del paciente mejoraría los resultados del proceso, reduciría los errores técnicos y el tiempo de transporte, y por lo tanto, reduciría los costos para el sistema de salud.
Tampoco existe un estándar con respecto a la composición del equipo de transporte de la población pediátrica. En la encuesta los autores identificaron que la mayoría de los países no tienen un entrenamiento específico en el STPC y no se exigen credenciales para llevar a cabo el mismo. Por último, se recomienda el uso del consentimiento informado para el transporte ya que este mejoraría la comunicación con la familia sobre los riesgos y beneficios.
Este estudio presenta múltiples limitaciones, entre ellas, la alta variabilidad de la información recibida y la limitada participación de países grandes con diferentes sistemas de salud y programas de transporte del paciente pediátrico. Este estudio resalta la importancia de la realización de un estudio multicéntrico prospectivo para identificar de manera precisa la debilidades y fortalezas de los diferentes programas de transporte pediátrico de manera que se propongan mejoras y se estandaricen las prácticas en América Latina
Conclusión
Existe una amplia variabilidad en el personal, entrenamiento, equipo y características del STPC en América Latina. Se requieren de esfuerzos continuos para mejorar las condiciones en nuestros países por medio de la generación de documentos que estandaricen las prácticas y que informen, de manera científica, la epidemiología del transporte pediátrico, especialmente de pacientes críticos para poder disminuir así la morbilidad y mortalidadad y de este grupo etario.
Referencia bibliográfica:
Yock- Corrales, A., Casson, N. ,Sosa-Soto, G., Orellana, R. Pediatric Critical Care Transport Survey of Current State in Latin America. Latin American Society of Pediatric Intensive Care Transport Committee. Pediatric Emergency Care. 2020. Disponible en: https://doi.org/10.1097/PEC.0000000000002273
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