Frontiers in Pediatrics
DECLARACIÓN DE LA SECCIÓN DE PEDIATRÍA DE LA SOCIEDAD PARA MEDICINA DE EMERGENCIAS Y LA ACADEMIA EUROPEA DE PEDIATRÍA
Fecha de publicación: 13 de julio del 2020
Resumido por: Adriana Montalván Guasch
Revisado por: Dra. Jessica Gómez MD
El reconocimiento temprano y el escalonamiento de la terapia es importante en la prevención del desarrollo de secuelas severas como aneurismas coronarios en pacientes con síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (PIMS), asociado a COVID (PIMS-TS). Debido a lo anterior, los médicos que evalúen niños febriles deben incluir esta patología en su diagnóstico diferencial.
Objetivo
Proveer una actualización para profesionales de la salud en la atención primaria y secundaria que evalúen pacientes pediátricos con enfermedad aguda.
Esta declaración pretende:
Proveer información sobre el PIMS-TS.
Brindar una guía inicial en la evaluación clínica y manejo de niños con sospecha de esta condición.
Resaltar recursos de utilidad en el reconocimiento y manejo de estos niños.
Declaración
Actualmente, existen 3 definiciones para el PIMS-TS, sin embargo, los autores recomiendan adherirse a la brindada por la OMS, ya que esta parece capturar el espectro de los síntomas y signos de la enfermedad de la mejor manera.
Población: niños y adolescentes entre 0-19 años.
Síntomas clínicos:
Fiebre > 3 días y 2 de los siguientes:
exantema o conjuntivitis bilateral no purulenta o signos inflamatorios.
Hipotensión o shock.
Problemas gastrointestinales agudos como diarrea, vómito o dolor abdominal.
Evidencia de falla multiorgánica:
Signos de disfunción cardiaca, pericarditis, valvulitis o anormalidades cardiacas incluyendo ecocardiograma, troponinas o proBNP.
Evidencia de coagulopatía.
Marcardores de inflamación:
Elevación de los reactantes activos de inflamación como VES, PCR o PCT.
Evidencia de otras infecciones:
Sin causas microbiológicas obvias de inflamación.
Evidencia de infección SARS-CoV-2:
Evidencia de COVID-19 en PCR-TR, prueba de antígeno o serologías o contactos positivos.
Cabe resaltar que se han reportado casos de niños de todas las edades, sin embargo, esta ha sido más prevalente en los adolescentes a diferencia de la Enfermedad de Kawasaki clásica y el síndrome de shock tóxico. Los niños de raza negra y de minorías étnicas parecen afectarse con una mayor frecuencia.
Es importante saber que la incidencia del PIMS-TS es rara, se han reportado algunas muertes por esta etiología así como la necesidad de ECMO en estos pacientes, sin embargo, la mayoría de los niños no requieren cuidado crítico y tienen una recuperación rápida y completa.
Todos los niños presentan fiebre persistente y una proporción importante de niños presentan síntomas abdominales. El espectro de síntomas del PIMS incluye entidades que requieren de una identificación y tratamiento pronto del cuadro, entre estas, la presentación clínica similar al shock tóxico con hipovolemia, así como afectación de las arterias coronarias. A pesar de que la presentación clínica de la Enfermedad de Kawasaki clásica se traslapa con esta entidad, el perfil bioquímico suele ser distinto.Por ejemplo, los niños con PIMS-TS tienen mayores elevaciones en marcadores inflamatorios, linfopenia marcada, mayor elevación de troponinas y mayores niveles de fibrinógeno.
Algunos niños no tienen una historia clara de infección previa por SARS-CoV-2 por lo que aún es importante realizar pruebas seriadas para confirmar la presencia de infección activa o previa por SARS-CoV-2 y ampliar la compresión del enlace entre esta y el PIMS-TS.
Las entidades de salud pública deben comunicar claramente al público general los síntomas de presentación y de alarma del PIMS-TS, de manera que se prevengan presentaciones tardías de la misma. Adicionalmente, se ha visto un incremento en la incidencia del PIMS-TS a las 4-6 semanas posterior al inicio de un brote de COVID-19.
Se debe realizar una cuidadosa toma de decisiones clínicas al evaluar pacientes pediátricos febriles:
La necesidad de investigar el caso debe basarse en la evaluación clínica inicial de un niño febril por un médico con experiencia en pediatría.
El manejo de un paciente con un foco claro de infección que en otras circunstancias se hubiera egresado sin ninguna otra intervención debe, por lo general, mantenerse de la misma manera.
Se debe documentar la presencia o ausencia de síntomas y signos sugestivos de Enfermedad de Kawasaki en todo niño febril; se debe tomar la presión arterial y anotar los parámetros vitales.
Se debe realizar investigaciones adicionales tempranas en niños con mal estado general, febriles con signos clínicos de inflamación o shock.
Se deben realizar exámenes de laboratorio adicionales para descartar la afectación cardiaca o la hipercoagulabilidad. Se debe ordenar además, marcadores de inflamación, CPK, LDH, hemograma completo, función renal, niveles de vitamina D y pruebas de función hepática.
Se debe solicitar estudios microbiólogicos como hemocultivos y páneles virales para descartar cualquier otra causa de infección, además de la PCR del aspirado nasofaríngeo por SARS-CoV-2.
Se debe realizar un ECG y ecocardiograma como parte de los estudios diagnósticos en todo niño con sospecha de PIMS-TS.
Los autores recomiendan discutir el caso de manera temprana con un pediatra subespecialista en infectología ante evidenvia de PIMS-TS, así como presentar el caso al equipo de cuidados críticos en caso de que necesite soporte orgánico o multiorgánico.
Bibliografía: Nijman RG, De Guchtenaere A, Koletzko B, Ross Russell R, Copley S, Titomanlio L, del Torso S and Hadjipanayis A (2020) Pediatric Inflammatory Multisystem Syndrome: Statement by the Pediatric Section of the European Society for Emergency Medicine and European Academy of Pediatrics. Front. Pediatr. 8:490. doi: 10.3389/fped.2020.00490
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