JAMA Pediatrics
EDITORIAL
Fecha de publicación: 06 de julio del 2020
Resumido por Catalina Castrillo Hine
Revisado por: Dr. Manuel E Soto-Martínez, MD Msc.
Introducción
La pandemia causada por COVID-19 generó nuevas alternativas para el seguimiento de pacientes. Esto se ha logrado por medio de la atención virtual (vía telefónica o videollamada). Sin embargo, al disminuir la prevalencia de COVID-19, los médicos deberán valorar los riesgos y beneficios del control presencial.
Objetivo
Evaluar los riesgos y beneficios del control presencial contra el seguimiento por necesidad del paciente, basado en un artículo por Coon et al realizado en población pediátrica ingresada por bronquiolitis.
Generalidades del estudio
Se evaluó el seguimiento de pacientes menores de 24 meses hospitalizados por bronquiolitis pre-COVID-19 divididos en: seguimiento presencial preestablecido y visitas al médico según necesidad.
El grupo que asistió a consulta según necesidad acudió en 19% y el de citas programadas en 88%.
La ansiedad de los padres, la readmisión hospitalaria y la satisfacción con la atención no fue inferior en el grupo que asistió a un centro médico según necesidad.
Limitaciones del estudio
El artículo por Coon et al se enfoca en un ensayo clínico aleatorizado de no inferioridad. Esto permite una equivalencia unilateral comparando dos tratamientos aleatorizados y determinar las diferencias clínicas inferiores relevantes. Estos no permiten hipótesis, análisis estadísticos, hallazgos, posición de superioridad de los tratamientos o conclusiones más allá que la intercambiabilidad de los tratamientos.
Seguimiento
La bronquiolitis es una enfermedad generalmente aguda y limitada, donde el seguimiento personal es aún más debatible. El seguimiento al egreso es parte de una atención de calidad, pero no hay evidencia de que todos los niños hospitalizados lo necesiten, por lo que se debe considerar brindar recomendaciones para asistir a centros de salud en caso de ser necesario. Para esto se deben considerar los siguientes factores:
Médicos: Pacientes críticos o pacientes con alto riesgo de desarrollar morbilidad respiratoria crónica (sibilantes recurrentes y asma) o con alta tasa de readmisión.
Sociales: Problemas con el cuido en el hogar, mala adherencia a tratamiento o uso de equipo médico.
Económicos: Condiciones de riesgo o dificultad para acceder a centros de salud.
Conclusiones
En ausencia de signos de alarma se puede recomendar el seguimiento (telemedicina o telefónico) según sea necesario, en lugar de uno presencial prestablecido para niños hospitalizados por bronquiolitis.
Existe una posible superioridad del seguimiento según necesidad por la disminución de prescripción de medicamentos, sobremedicación y hospitalizaciones.
Los médicos deben brindar seguridad a los pacientes con bronquiolitis durante la pandemia por COVID-19 para que asistan al seguimiento presencial cuando sea necesario.
Evaluar el uso de seguimiento según sea necesario en otras enfermedades agudas y limitadas.
El uso de opciones virtuales para seguimiento de pacientes durante la pandemia puede proveer otra opción en el futuro para ciertas poblaciones específicas de niños.
Bibliografia: Berry J, Mansbach J. Being Mindful About Follow-up Care After Pediatric Hospitalization for Bronchiolitis. JAMA Pediatrics. 2020;:e201945. Disponible en: 10.1001/jamapediatrics.2020.1945
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