JPeds
Artículo original
Fecha de publicación: 28 de febrero de 2020
Resumido por: Yirlany Padilla Ureña. Interna universitaria de la UCR.
Revisado por: Manuel E. Soto-Martínez, MD MSc
Introducción
El retraso en el desarrollo psicomotor (RDPM) se asocia a pobreza, malnutrición, exposición a contaminación, pobre salud y ambiente no estimulante en el hogar.
Los primeros años de vida son particularmente importante en el desarrollo cerebral y pequeños efectos negativos pueden tener un impacto de por vida en la estructura y capacidad del cerebral. El desarrollo cognitivo, social y emocional de los primeros años de vida son fuertes predictores de rendimiento escolar y progreso.
La malnutrición es un importante factor de riesgo para un pobre desarrollo del niño.
Estudios controlados y randomizados han demostrado que los suplementos nutritivos a base de pequeñas cantidades de lípidos (SQ-LNS) administrados a niños pequeños y sus madres durante el embarazo y la lactancia pueden tener un impacto positivo en los puntajes de desarrollo.
Por otro lado las prácticas de alimentación de niños en los primeros tres años pueden influir en el desarrollo del niño e incluye actividades como la promoción de una alimentación activa y receptiva.
Objetivo
Evaluar el impacto de las prácticas de alimentación del lactante y niño pequeño (IYCF) en conjunto con un suplemento nutritivo a base de pequeñas cantidades de lípidos (SQ-LNS) sobre los puntajes de desarrollo en niños de 6-18 meses en la República Democrática del Congo (RDC)
Metodología
Análisis retrospectivo de 2595 niños de dos zonas de salud en un diseño cuasi experimental con encuestas preimplementación y postimplementación para evaluar el impacto del programa sobre los puntajes de desarrollo.
Puntos importantes
- Variable de exposición principal: implementación del programa IYCF + SQ-LNS
- Resultado principal: puntajes de desarrollo en el cuestionario de edades y etapas (ASQ)
- Contraste de hipótesis: aumento mayor en la proporción de niños con lenguaje y desarrollo de motora gruesa normales en el grupo de la intervención vs el grupo de comparación, con una p < 0.001 para ambas variables.
Resultados
En los modelos ajustados, hubo un aumento estadísticamente significativo en la proporción de niños con comunicación normal (+13.7% [95%CI, 7.9-19.6; P < .001]) y mejor desarrollo motor grueso (+7.4% [95% CI: 1.3-13.5; P < .001]) en el grupo de intervención versus el grupo control.
Discusión
Un programa de nutrición integral en niños entre 6-18 meses de edad en conjunto con SQ-LNS resultó en mejores puntajes de desarrollo en contraste a la zona de comparación. Comparando la línea base con los resultados finales se vió que hay un cambio positivo mayor en la proporción de niños con z scores (> -1) en motora gruesa y comunicación normal.
Los estudios han demostrado que puntajes más altos en el ASQ en edades tempranas se relacionan a un IQ más alto a las edades de 5-6 años en comparación con niños que desarrollan RDPM, además, estos últimos tienden a ser adultos menos productivos debido al aprendizaje reducido por año escolar.
Limitaciones
- No es un estudio con enmascaramiento.
- La valoración del ASQ se realizó por reporte materno.
- Diferentes entrevistadores entrenados recolectaron los datos.
- Por cuestiones de tiempo y costos no se pudieron evaluar las 6 áreas del ASQ.
Fortalezas
- Disponibilidad de los datos del ASQ.
- Muestra representativa de niños.
- Ciertos elementos del del programa no existían antes de la implementación del programa (ej, los suplementos SQ-LNS no estaban disponibles la zona de estudio).
Conclusión
Este programa de intervención se asoció positivamente a mejorías estadísticamente significativas en los puntajes de desarrollo del lenguaje y motora gruesa.
Referencia bibliográfica: Addo O, Tripp K, Nanama S, Albert B, Sandalinas F, Nanema A et al. An Integrated Infant and Young Child Feeding and Small-Quantity Lipid-based Nutrient Supplementation Program Is Associated with Improved Gross Motor and Communication Scores of Children 6-18 Months in the Democratic Republic of Congo. The Journal of Pediatrics. 2020;222:154-163. Doi: 10.1016/j.jpeds.2020.01.023
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