The Lancet Respiratory Medicine
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Fecha de publicación: 29 de junio del 2020
Resumido por Catalina Castrillo Hine
Revisado por: Manuel Enrique Soto Martínez, MD MSc
Introducción
La erradicación de la pobreza y el hambre es una de las problemáticas principales a nivel mundial. Se estima que la pandemia por COVID-19 duplicará la dificultad para adquirir alimentos y esto afectará la salud respiratoria de toda una generación pediátrica a futuro.
Nutrición saludad y la salud respiratoria
La mala alimentación se relaciona con factores de riesgo para desarrollar enfermedades respiratorias.
El sistema respiratorio se desarrolla desde las 3 semanas de gestación hasta la adolescencia.
El pico de maduración y crecimiento de los pulmones ocurre en los primeros 3 años de vida. Cualquier noxa en este periodo aumenta el riesgo de presentar patología pulmonar obstructiva a futuro.
La pobreza y la falta de alimentos adecuados predisponen a enfermedades como asma.
Fibrosis quística: las diferencias sociales afectan el desarrollo del sistema respiratorio y con ello, la sobrevida de los pacientes.
FACTORES DE RIESGO DE LA POBLACIÓN PEDIATRICA EN POBREZA
La pobreza, mala nutrición materna y el tabaquismo durante el embarazo se asocia a prematuridad.
Los nacidos pretérmino con pobre crecimiento intrauterino y posnatal tienen peor desarrollo de su sistema respiratorio.
Los niños en pobreza tienden a vivir en hacinamiento, en hogares poco salubres, generalmente no son vacunados y tienen mayor probabilidad de presentar infecciones respiratorias.
Infecciones respiratorias graves en esta población se asocia a daño pulmonar temprano.
Estos niños tienden a respirar aire de peor calidad, tanto en ambientes cerrados como abiertos.
Problemática durante la pandemia por COVID-19
Según datos de crisis económicas previas, la población pediátrica es la más afectada por la pobreza.
Las consecuencias de la “cuarentena” afectan principalmente a niños en pobreza, en especial aquellos que dependen de la alimentación gratuita en escuelas y guarderías.
La población de zonas rurales es la que tiene más restricciones para el acceso a la comida.
Propuestas
Las políticas gubernamentales deben de tener como objetivo evitar el hambre infantil.
Promover iniciativas que garanticen a familias realmente vulnerables adquirir alimentos, en especial aquellas a las que se les brindaba alimentación gratuita en escuelas previamente.
Existen campañas de creación de fondos comunes, donde la población general contribuye con una pequeña inversión económica para crear un fondo monetario con el fin de adquirir alimentos para niños vulnerables.
La solución más efectiva, a corto y largo plazo, es erradicar la pobreza.
Referencia bibliográfica: Sinha I, Lee A, Bennett D, McGeehan L, Abrams E, Mayell S et al. Child poverty, food insecurity, and respiratory health during the COVID-19 pandemic. The Lancet Respiratory Medicine. 2020;. Disponible en: https://doi.org/10.1016/ S2213-2600(20)30280-0.
Comentários