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Manejo clínico de bacteremia por Staphylococcus aureus en recién nacidos, niños y adolescentes

Pediatrics

Revisión de tema

Fecha: 9 de agosto de 2020

Resumido por: Gal Saffati Grunhaus

Revisado por: Dra. Helena Brenes Chacón, MD.

 

Introducción:

  • El Staphylococcus aureus es una causa común de bacteremia (SAB) tanto adquirida en la comunidad como nosocomial.

  • Un panel de médicos infectólogos con interés en SAB pediátrico identificó preguntas clínicas clave. La literatura disponible se evalúa sistemáticamente, resumiendo el manejo de SAB en niños en relación con estas preguntas clínicas prioritarias.

1. ¿Cuáles son los factores de riesgo epidemiológico para adquirir SAB en niños?

  • La colonización nasal por el patógeno se ha identificado como uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de SAB. Al igual que la edad temprana (especialmente, <1 mes), los factores socioeconómicos como el hacinamiento en el hogar y la presencia de catéter venoso central son factores de riesgo importantes de SAB en los niños.

  • Las comorbilidades médicas como la desnutrición y la infección por el VIH también parecen ser factores de riesgo importantes para niños y adultos.

2. En los niños, ¿todos los episodios de SAB son clínicamente significativos?

  • Las infecciones por SAB varían ampliamente en gravedad. La contaminación de los hemocultivos con S. aureus es rara. Por lo tanto, recomendamos que S. aureus aislado de un hemocultivo siempre se considere clínicamente significativo y se trate con antibióticos.


3. ¿Cómo se debe definir el SAB pediátrico complicado?

  • Actualmente, no se dispone de una definición en consenso para los niños con SAB complicado. Definir el SAB complicado en niños es un paso importante para determinar la duración del tratamiento, el pronóstico y el momento del cambio intravenoso a oral.

4. ¿Todos los niños con SAB requieren una interconsulta a infectología, ecocardiografía, imágenes y hemocultivos repetidos de seguimiento?

  • El valor de una interconsulta de infectología se ha demostrado en una revisión sistemática de SAB en adultos, en la que se encontró que la mortalidad a los 30 días se redujo significativamente (12,39% frente a 26,07%), con un riesgo relativo de 0,53 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,43-0,65 ).

  • La endocarditis es rara en niños con SAB, y la ecocardiografia transtorácica debe realizarse en aquellos con factores de riesgo (como cardiopatía congénita) o características clínicas que sugieran endocarditis.

  • Se deben recolectar hemocultivos repetidos para documentar resolución de la bacteremia. Las imágenes pueden ayudar a identificar un foco musculoesquelético oculto en aquellos con síntomas persistentes o bacteremia con un foco desconocido.


5. ¿Son las cefalosporinas, los glicopéptidos o los agentes más nuevos equivalentes a las penicilinas antiestreptococcicas para el MSSA en los niños?

  • Los betalactámicos son superiores a los glicopéptidos para el tratamiento de MSSA-B en niños. En un estudio de 1000 episodios de BSA en niños, la mortalidad a los 30 días aumentó para los que recibieron glicopéptidos (cuando pudieron haber usado betalactámicos), con un OR ajustado de 2,7 (IC del 95% 1.3-5.8)

  • No hay estudios publicados que comparen agentes antiestafilocócicos más nuevos con betalactámicos para el tratamiento de MSSA en niños.


6. ¿Cuáles son las estrategias de manejo óptimas para los niños con organismos resistentes a los betalactámicos (MRSA) y cuál es el papel de la terapia combinada?

  • La vancomicina se recomienda como terapia de primera línea para MRSA en niños en dosis iniciales de 45 a 60 mg / kg por día. Sin embargo, existen datos limitados que apoyen la monitorización terapéutica con vancomicina para mejorar la eficacia en niños. Se pueden usar agentes alternativos para SAB en niños, aunque se requieren más estudios sobre su eficacia comparativa.


7. Duración de la terapia intravenosa para niños con SAB: ¿Son diferentes los niños y los adultos?

  • La duración del tratamiento del SAB en niños se basa en gran medida en la práctica empírica. Hasta que se disponga de mejores estudios, se recomiendan 7 a 14 días de tratamiento intravenoso para la mayoría de los niños con BSA sin foco, 14 días para los recién nacidos y al menos 4 a 6 semanas para los niños con endocarditis.


Discusión:

  • Los pediatras con experiencia tienen amplios conocimientos bien establecidos en el cuidado de niños con SAB; por ejemplo, la bacteriemia prolongada es la excepción más que la regla, los niños previamente sanos generalmente responden bien al tratamiento de corta duración y los recién nacidos prematuros tienen una mayor carga de infección y mortalidad. A pesar de esto, algunos aspectos del tratamiento varían notablemente entre los centros y, por lo tanto, se requiere con urgencia una investigación específica para el tratamiento del SAB pediátrico.


Bibliografía: McMullan BJ, Campbell AJ, Blyth CC, et al. Clinical Management of Staphylococcus aureus Bacteremia in Neonates, Children, and Adolescents. Pediatrics. 2020;146(3):e20200134 doi: https://doi.org/10.1542/peds.2020-0134



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