JAMA pediatrics
Artículo de Opinión
Fecha de publicación: 06 de julio de 2020
Resumido por: Yirlany Padilla Ureña. Interna universitaria de la UCR.
Revisado por: Dr. Manuel E. Soto-Martínez MD MSc.
El dolor crónico es el resultado de la interacción dinámica entre factores biopsicosociales que lo generan y lo mantienen. Una pequeña retroalimentación tras una valoración por dolor crónico pediátrico es una oportunidad crítica para conectar con la familia, aclarar mal entendidos, brindar un entendimiento psicosocial del dolor y enganchar a la familia a un plan de manejo integral.
Factores que complican la sesión de retroalimentación
· Los pacientes con dolor crónico son valorados por múltiples especialistas y cada uno de estos se dirige solo a uno de los síntomas persistentes, por lo que rara vez proveen un alivio integral.
· Los padres generalmente llegan frustrados y creyendo que el problema solo se basa en algún estímulo nocivo, que una vez atendido, provocará el alivio de los síntomas. Por el contrario, los médicos pueden reconocer el dolor como un proceso más complejo, enfatizando la rehabilitación biopsicosocial.
· Los médicos pueden tener preocupaciones adicionales a la hora de la sesión, como por ejemplo, miedo de pasar por alto alguna condición médica subyacente.
· Algunos médicos encuentran la sesión de retroalimentación desafiante por dificultades inherentes al sistema de salud, como falta de tiempo para la valoración y el tratamiento o falta de recursos para respaldar la intervención multidisciplinaria.
Dominando la media hora de oro
· Obtenga las expectativas de los padres y los niños desde el principio: facilita el entendimiento comprensivo de las principales preocupaciones de la familia, reduce la ansiedad y mejora la satisfacción.
· Validar los síntomas: muchas familias se sienten estigmatizados por lo que decirles explícitamente que se sabe que el niño no finge, es crítico. Frases como: “Yo sé que tu dolor es real”, pueden ayudar.
· Ofrecer un diagnóstico positivo: es esencial comunicarles a los padres que los síntomas crónicos de sus hijos calzan dentro de un patrón familiar. Frases como: “a pesar de que eres especial, tus síntomas no son inusuales”. Hacer un diagnóstico positivo conlleva una revisión integral de la evidencia que soporta el diagnóstico.
· Proveer educación: usar metáforas puede ser de especial utilidad para explicar el proceso de dolor crónico, por ejemplo, se les puede explicar que el dolor crónica es como una alarma de fuego que se mantiene activada aunque no haya fuego.
· Enfatizar un plan de intervención multidisciplinario: los factores psicosociales contribuyen a la presentación del dolor. Se puede explicar a los padres que el dolor crónico es como un triciclo con 3 llantas pinchadas y que para ponerse nuevamente en marcha necesitan arreglarse las 3 (intervención médica, psicológica y aumento de actividad física).
· Permanecer conectado: programar visitas de seguimiento al momento de la sesión de retroalimentación provee seguridad a los pacientes y médicos de que un proceso de enfermedad no se esté desarrollando.
· Ofrecer una evaluación optimista: en pediatría, los médicos pueden sugerir una fuerte posibilidad de una recuperación completa al enfatizar en la plasticidad y recuperación del sistema nervioso en desarrollo. Se puede hacer un cierre de la sesión con frases como: “a muchos niños con estos problemas les va muy bien y tienen vidas plenas, felices y productivas”.
Conclusión
Una buena sesión de retroalimentación debe ofrecer validación, educación y esperanza, y es crítica para la evolución del problema.
Referencia bibliográfica: Schechter N, Coakley R, Nurko S. The Golden Half Hour in Chronic Pediatric Pain—Feedback as the First Intervention. JAMA Pediatrics. 2020;. Doi: 10.1001/jamapediatrics.2020.1798
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