Archives of Disease in Childhood
Tipo de artículo: Punto de vista
Fecha de publicación: 6 de mayo del 2020
Resumido por: Valeria Molina Segura. Interna universitaria de medicina (UCIMED)
Revisado por: Dr. Manuel E. Soto Martínez. MD, MSc.
Cuidar a un niño con grandes necesidades de cuido puede ser una experiencia satisfactoria, sin embargo puede asociar factores de riesgo de “burnout” así como también un deterioro de la salud física y mental. Las habilidades de crianza de los padres y la capacidad para promover un apego seguro pueden verse afectadas. Los hijos de padres con enfermedad mental tienen un riesgo aumentado de: crecimiento deficiente, dificultades para alimentarse, depresión, problemas de comportamiento y aprendizaje.
Algunos resultados adversos pueden resolverse con el apoyo de los cuidadores. Sin embargo, existen barreras para el acceso a los servicios de salud mental:
Restricción de tiempo debido a las demandas de atención.
Estigma para comunicarse con los proveedores de salud mental.
Los cuidadores niegan los síntomas que están experimentando, creyendo que son normales.
Prioridad a la salud de los hijos por encima de la suya.
Los pediatras y otros servicios de salud dedicados a los niños juegan un papel importante apoyando la salud mental de los cuidadores de niños con grandes necesidades. Estos pueden proporcionar servicios básicos de salud mental como prevención, detección e intervención temprana.
Prevención y tamizaje
Las dificultades del cuidador pueden reflejarse de varias formas, incluyendo depresión, ansiedad o estrés postraumático. Preguntas que pueden abrir una discusión sobre las preocupaciones y luchas de los padres son:
Muchos padres se sienten abrumados. ¿Puede decir cómo lo afronta?
Hableme de la calidad de su sueño.
¿Cómo lo maneja el resto de la familia?
¿Cómo se puede trabajar en conjunto para mejorar el apoyo emocional del cuidador y su familia?
También es posible considerar el uso de herramientas de detección como:
Depresión: Cuestionario de salud del paciente de 9 preguntas (PHQ-9).
Ansiedad: Trastorno de ansiedad generalizado 7 (GAD7).
Depresión y ansiedad: (PHQ-4).
Trastorno de estrés postraumático (PTSD): Tamizaje de PTSD de atención primaria (PC-PTSD).
Abuso de sustancias: Uso de tabaco, alcohol, medicamentos prescritos y otras sustancias (TAP).
Intervención y referencia
Los pediatras pueden ofrecer un conjunto de intervenciones para los cuidadores que lo necesiten.
Los padres con dificultades leves pueden beneficiarse de la psicoeducación o del entrenamiento de habilidades para la resolución de problemas.
Los padres con trastornos más graves o problemas de seguridad requieren atención supervisada por un especialista en salud mental.
Desafíos actuales
Los residentes de pediatría tienen una exposición limitada a la medicina para adultos durante su entrenamiento.
Existen barreras económicas, ya que los exámenes de detección de la salud mental en adultos y las intervenciones de los pediatras no reciben una remuneración universal.
Apoyar la salud mental de los cuidadores es mucho más factible en algunos entornos de práctica que en otros.
Conclusión
Los pediatras están bien posicionados para identificar el estrés emocional y apoyar a los cuidadores de niños con grandes necesidades. En los casos leves, los pediatras pueden proporcionar intervenciones, mientras que en los casos más graves, pueden apoyar la referencia a un proveedor de salud mental. Es un rol desafiante, pero puede mejorar significativamente los resultados de los padres, sus hijos y el bienestar de la familia.
Referencia bibliográfica. Rotberg B, Wittenberg J, Orkin J, Saunders NR, Cohen E. Caring about caregivers: the role of pediatricians in supporting the mental health of parents of children with high caregiving needs. Arch Dis Child. 2020 Disponible en: http://dx.doi.org/10.1136/archdischild-2019-318729.
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