JAMA Pediatrics
Artículo de opinión
Fecha de publicación: 14 de abril de 2020
Resumido por: Rebeca Martínez Archer
Revisado por: Manuel E. Soto Martínez, MD MSc.
Promover resiliencia entre trabajadores de la salud y organizaciones comienza con entender qué es la resiliencia, y qué no es.
La psicología histórica y ciencias sociales sugirieron que era un rasgo (e.g. robustez), un proceso (e.g. adaptación) o un desenlace (e.g. ausencia de estrés post traumático o la presencia de crecimiento post traumático luego de una adversidad).
La capacidad de resiliencia es inherente en todas las personas; no es un rasgo que uno tiene o no, podemos simultáneamente experimentar estrés post traumático y crecimiento.
La resiliencia no es por suerte ni es pasiva, requiere esfuerzo deliberado que se puede fortalecer con práctica.
La psicología moderna y ciencias sociales definen resiliencia como “el proceso de adecuada adaptación frente a adversidad, trauma, tragedia, amenazas o estrés significativo”.
¿Cuánto bienestar es necesario para alcanzar el umbral de resiliencia? Aunque la adaptación es una parte esencial de la resiliencia, subsistir sin bienestar no es resiliencia, es falla para progresar.
Debemos navegar el proceso de resiliencia de una forma deliberada, lo cual es complicado y contextual. Esto se puede lograr aprovechando categorías específicas de recursos de resiliencia. Los mejores recursos para una persona dependerán de su contexto.
Categorías de recursos de resiliencia
1. Individual: características y habilidades personales.
¿Qué hago en tiempos difíciles?
Ejemplos:
Depender de características personales o grupales (e.g. firmeza, optimismo).
Desarrollar habilidades personales o grupales (e.g. manejo de estrés, conciencia plena, establecer metas).
2. Comunitaria: soporte social y conexiones. Puede involucrar esfuerzos deliberados para mantener conexiones por medio de videoconferencias frecuentes y comunicación de las políticas de COVID-19 y sus implicaciones.
¿Quién me ayuda en momentos difíciles?
Ejemplos:
Priorizar y aprovechar relaciones existentes con personas empáticas y comprensivas.
Desarrollar y cultivar nuevas relaciones grupales e individuales con gente de pensamientos similares para validar sentimientos e identificar un propósito común.
3. Existencial: sentido de propósito y significado. Profesionales y organizaciones pueden considerar deliberadamente el valor de sus contribuciones, apreciar aquello que agradecen y centrarse en recordar su misión de ayudar poblaciones vulnerables.
¿Quién quiero ser cuando esto acabe? ¿Cuál habrá sido su significado para mí?
Ejemplos:
Replantear valoraciones de adversidad con integración de lecciones en curso aprendidas.
Evaluaciones iterativas de identidad personal o grupal con enfoque en valor, significado y propósito.
Identificar gratitud y lo importante en la visión global personal o grupal.
Conclusiones
Seamos proactivos; aprovechemos los recursos individuales, comunitarios y existenciales para continuar progresando, en lugar de sólo navegar por la situación.
Bibliografía: Rosenburg AR. Cultivating deliberate resilience during the coronavirus disease 2019 pandemic. JAMA Pediatrics. 2020. Disponible en: https://doi.org/10.1001/jamapediatrics.2020.1436.
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