JAMA
Artículo de original
Fecha de publicación: 2 de diciembre de 2020
Resumido por: Yirlany Padilla Ureña. Interna Universitaria de la Universidad de Costa Rica (UCR)
Revisado por: Jessica Gómez, MD.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son comúnes, discapacitante y potencialmente mortales. Afectan hasta a un 15% de las mujeres jóvenes y hasta 3% de los hombres jóvenes en países de ingresos medios y altos. Los principales diagnósticos incluyen anorexia nerviosa (AN), bulimia nerviosa (BN) y trastorno por atracón. Previo al desarrollo de los trastornos, los pacientes generalmente exhiben comportamientos de alimentación desordenada (DEBs por sus siglas en inglés) subclínicos, como restricción dietética, episodios de atracones o purgas. Además, los TCA son muy comórbidos con otros trastornos psiquiátricos como ansiedad y trastorno de déficit de atención/hiperactividad (TDAH). Recientemente se está estudiando el componente genético de estas patologías, ya que se cree que el riesgo genético se ve influenciado por aspectos biopsicosociales y esta combinación es la que puede desencadenar un TCA.
Metodología
Estudio de cohorte multicéntrico longitudinal. Se valoró la información de 1623 adolescentes del estudio IMAGEN al iniciar el estudio (2010, edad base de 14 años) y de dos seguimientos posteriores (2012 y 2015). Los resultados a evaluar fueron IMC, salud mental, consumo de sustancias y rasgos de personalidad como asociaciones temporalmente relacionadas a los DEBs.
Resultados
Del total de participantes un 17.1% reportó episodios de atracones, un 20.6% purgas y un 21.9% reportó estar en dieta a los 14, 16 o 19 años. Los participantes se dividieron en aquellos que presentaban DEB a los 14 años, aquellos que desarollaron DEB a los 16 y 19 (desarrolladores) y aquellos individuos que no desarrollaron DEB (control sano). Los DEBs fueron más comúnes en mujeres y todos asociaron mayor IMC.
Entre los precursores de los DEBs:
- Un 8.4% de los adolescentes que no presentaban DEB a los 14 años, lo desarrollaron a los 16 o 19 años. Purgas en el futuro se asocian a dieta en el futuro y de los individuos que iniciaron con conductas dietéticas, un 38.4% desarrolló también problemas de purgas.
- Un IMC alto se asoció a dietas en el futuro (OR 3.44; 95% IC, 2.09-5.65).
- Altos niveles de neurosis, problemas de conducta y la conducta autolesiva se relacionaron a episodios de atracones en el futuro.
- Rasgo de personalidad poco amable, autolesiones, problemas de conducta y abuso de alcohol y sustancias ilícitas se relacionaron a purgas en el futuro.
- Los puntajes de riesgo poligenético para IMC se asociaron con dieta y purgas, TDAH con purgas y neurosis con episodios de atracones.
- Los DEBs que preceden a otros trastornos de la salud mental son:
Dieta a los 14 años: síntomas futuros de depresión (OR 2.53; 95% IC 1.56-4.10), ansiedad generalizada (OR 2.27; 95% IC 1.14-4.51), autolesiones (OR 2.1; 95% IC 1.51-4.24), problemas emocionales (OR 1.24; 95% IC 1.08-1.43) y fumado (OR 2.16; 95% IC, 1.36-3.48).
Purgas a los 14 años: depresión futura (OR 2.87; 95% IC 1.69-5.01) y ansiedad (OR 2.48; 95% IC 1.49-4.12).
Los episodios de atracones no se asociaron de manera significativa a psicopatología en el futuro.
Discusión
El hallazgo de que síntomas tempranos de TDAH, rasgos de personalidad como poca amabilidad, abuso de alcohol y drogas y las autolesiones se asocian con el desarrollo de purgas en el futuro, es novedoso.
Los altos niveles de neurosis, problemas de conducta y las autolesiones preceden episodios de atracones, mientras que un IMC alto se asocia específicamente a una conducta dietética en el futuro.
Los hallazgos de este estudio sugieren que las predisposiciones genéticas y procesos psicopatológicos asociados con obesidad, TDAH y depresión pueden funcionar como marcadores diferenciales tempranos de vulnerabilidad para sufrir un TCA en la adolescencia.
Las asociaciones entre atracones, purgas y problemas de conducta sugieren que hay una psicopatología subyacente en común asociada con control de impulsos en las conductas de atracones y purgas. En general, los resultados del estudio sugieren que desarrollar intervenciones tempranas que se enfoquen en la regulación de las emociones y la impulsividad, pueden funcionar como estrategias efectivas para la prevención y tratamiento de los TACs y trastornos comórbidos.
La predisposición genética al sobrepeso y obesidad pueden facilitar el desarrollo de DEBs susecuentes y está mediado de manera significativa por la distribución fenotípica del IMC.
Limitaciones
- Número limitado de varones.
- No se incluyeron factores socioeconómicos.
Conclusión
- La predisposición genética y los mecanismos psicopatológicos relacionados a la obesidad, TDAH y personalidad se asocian de manera distinta a la vulnerabilidad para desarrollar TACs en la adolescencia.
- En general, los resultados del estudio sugieren que desarrollar intervenciones tempranas que se enfoquen en la regulación de las emociones y la impulsividad, pueden funcionar como estrategias efectivas para la prevención y tratamiento de los TACs y trastornos comórbidos.
Referencia bibliográfica: Robinson L, Zhang Z, Jia T, Bobou M, Roach A, Campbell I et al. Association of Genetic and Phenotypic Assessments With Onset of Disordered Eating Behaviors and Comorbid Mental Health Problems Among Adolescents. JAMA Network Open. 2020;3(12):e2026874. Doi:10.1001/jamanetworkopen.2020.26874
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